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El cuidado que debemos tener con las respuestas de la Inteligencia Artificial Generativa

Leonardo Villa Rodriguez C.E.O Consultores Tecnológicos

La Inteligencia Artificial Generativa (IAG) ha irrumpido en nuestras vidas, transformando la forma en que interactuamos con la tecnología y ofreciéndonos soluciones antes impensables.

Desde asistentes virtuales que nos ayudan a gestionar tareas diarias hasta modelos capaces de generar contenido creativo como textos, imágenes o música, esta tecnología tiene el potencial de revolucionar múltiples sectores.

Sin embargo, a medida que confiamos más en estos sistemas, surge una cuestión fundamental: ¿Qué tan confiables son las respuestas que recibimos de ellos? Y, más importante aún,

¿Qué precauciones debemos tomar como humanos para evitar caer en errores o malentendidos provocados por estas tecnologías?

El potencial y las limitaciones de la IA generativa

La IA generativa, como los modelos de lenguaje avanzados (por ejemplo, GPT), se basa en grandes cantidades de datos para generar respuestas que parecen coherentes y útiles.

Estos modelos han sido entrenados para procesar patrones en el lenguaje y responder a preguntas, escribir ensayos, traducir textos, entre otras tareas.

Sin embargo, a pesar de sus impresionantes capacidades, estos modelos tienen limitaciones críticas.

Uno de los desafíos más importantes de la IAG es su propensión a generar información incorrecta o inventada. Este fenómeno, conocido como «alucinaciones», se refiere a cuando los modelos generan respuestas que suenan convincentes pero carecen de veracidad.

Esto es particularmente peligroso en contextos críticos, como en asesoramiento médico, legal o financiero, donde una información errónea puede tener consecuencias graves.

Por ejemplo, en un estudio de McKinsey, el 44% de las organizaciones que implementaron IA generativa reportaron haber experimentado consecuencias negativas debido a la inexactitud de las respuestas proporcionadas por los modelos​(McKinsey & Company).

Esto demuestra que, si bien la IA puede ser útil en muchos casos, no siempre es completamente fiable

inteligencia artificial generativa (IAG)
inteligencia artificial generativa (IAG)

El problema de la veracidad

A diferencia de los humanos, los modelos de IA no tienen un «entendimiento» del mundo. Las respuestas que generan se basan en patrones de datos, no en la comprensión de hechos o en la capacidad de distinguir entre información verdadera y falsa.

Esto significa que, en algunas situaciones, los modelos pueden presentar afirmaciones incorrectas como si fueran ciertas.

Este es un punto crucial a considerar cuando utilizamos IAG en la vida diaria o en el entorno empresarial. A menudo, confiamos en la tecnología para darnos respuestas precisas, pero debemos recordar que la IA no tiene la capacidad de verificar activamente la exactitud de su información en tiempo real.

Como usuarios, tenemos la responsabilidad de verificar y validar cualquier información crítica que recibamos de estos sistemas.

inteligencia artificial generativa (IAG)

Sesgos en las respuestas generadas

Otro aspecto importante es el sesgo inherente en los modelos de IA. Los sistemas de IA se entrenan en grandes cantidades de datos recopilados de internet y otras fuentes.

Si estos datos contienen sesgos, prejuicios o errores, es probable que los modelos reproduzcan estos problemas en sus respuestas.

Este sesgo puede ser particularmente problemático cuando la IA se utiliza en áreas como la contratación de personal, la toma de decisiones financieras o el acceso a servicios de salud, donde los errores pueden exacerbar desigualdades existentes.

Un informe de la Universidad de Stanford destacó la falta de estándares claros para evaluar la «responsabilidad» de los modelos de IA, lo que hace difícil comparar los riesgos y limitaciones de diferentes sistemas​ (TechRepublic).

Esto resalta la necesidad de una mayor regulación y transparencia en el desarrollo y uso de la IA.

inteligencia artificial generativa (IAG)

Gobernanza y uso responsable

La gobernanza de la IA es un aspecto que las empresas y los gobiernos están comenzando a abordar. Según McKinsey, solo el 18% de las empresas tienen consejos directivos encargados de la gobernanza de la IA, y una minoría de las organizaciones ha implementado controles para mitigar los riesgos de seguridad o inexactitud​(McKinsey & Company).

Este es un indicativo de que, aunque la tecnología avanza rápidamente, la infraestructura de seguridad y regulación aún está rezagada.

Es esencial que las organizaciones que utilicen IAG desarrollen marcos claros de gobernanza para asegurar que el uso de la IA sea seguro, justo y responsable.

Esto incluye la creación de protocolos para la validación de respuestas generadas, la implementación de controles de calidad, y la supervisión humana en áreas críticas donde los errores pueden ser costosos.

El papel de los usuarios: ser críticos y responsables

Como usuarios, también tenemos una responsabilidad importante al interactuar con modelos de IA generativa. Aquí algunos principios clave para usar esta tecnología de manera responsable:

  1. Verificación de fuentes: Es esencial no asumir que todo lo que dice un modelo de IA es correcto. Siempre que se reciba información, especialmente en temas sensibles o importantes, es necesario contrastarla con fuentes confiables.
  2. Entender las limitaciones: La IA generativa no tiene acceso a información en tiempo real ni a fuentes actualizadas. Por tanto, es posible que los modelos no reflejen los últimos cambios o descubrimientos en ciertos campos.
  3. Evitar la sobredependencia: Aunque la IA puede ser una herramienta valiosa para complementar nuestras tareas, no debe reemplazar el juicio humano. En decisiones críticas, es esencial contar con la supervisión de expertos humanos.
  4. Promover la alfabetización digital: A medida que la IA se integra más en nuestras vidas, es importante que tanto usuarios como organizaciones desarrollen competencias en alfabetización digital y ética tecnológica. Esto ayudará a comprender mejor cómo funciona la IA, sus riesgos, y cómo mitigar posibles problemas.

El futuro de la IA generativa

La Inteligencia Artificial Generativa seguirá evolucionando, y con ello, su integración en nuestras vidas personales y profesionales.

Sin embargo, este avance tecnológico viene acompañado de responsabilidades. Las organizaciones deben enfocarse en desarrollar modelos más robustos y transparentes, mientras que los usuarios debemos adoptar una postura crítica y cautelosa.

El camino hacia un uso seguro y beneficioso de la IAG no solo depende de las empresas que la desarrollan, sino también de cómo los humanos la utilizamos.

Al mantener una actitud de escepticismo saludable y promover una cultura de verificación, podemos aprovechar el potencial de la IA sin caer en sus trampas.